Os compartimos un estudio muy interesante que compara la actividad física y el sedentarismo en escolares con y sin FQ.

Muchos de vosotros/as participasteis en la muestra de este estudio, (sí, ese cinturón que lo sabía todo sobre la actividad de vuestros hijos e hijas), que fue publicado el pasado mes de mayo. El estudio lo han realizado miembros del grupo de investigación de la Universidad de Valencia “actividad física, educación y sociedad” en colaboración con la unidad  de neumología pediátrica del Hospital Clínico y del Hospital La Fe de Valencia,  y  nos ayuda a dirigir de una forma más eficaz acciones para promover la actividad física y reducir el sedentarismo.

Podéis descargarlo completo pinchando AQUÍ.

El propósito del estudio fue averiguar si había diferencias en el nivel de actividad física entre escolares con y sin FQ, y también conocer si había diferencias según el género.

Los resultados indican que el nivel de actividad física es similar en la población con FQ  y sin FQ, sin embargo, sí se ha detectado que el género es un factor clave en la actividad física y el sedentarismo, independientemente del nivel de enfermedad.  En el caso de los niños el análisis reveló que eran más activos que las niñas en actividad moderada y vigorosa , y cumplían más las pautas de actividad física recomendada. También se encontró que los niños con FQ eran más activos que las niñas tanto con FQ como sin ella,  y las niñas con FQ eran menos activas que los niños con o sin FQ.

Otro aspecto relevante que pone de manifiesto este estudio es que, solo en los participantes con FQ, cada minuto que pasan realizando conductas sedentarias, (con poco movimiento) disminuye las posibilidades de que sean físicamente activos, por lo que es importante, no sólo dedicar tiempo a un determinado deporte o entrenamiento, sino hacer que el estilo de vida incluya la actividad física y el movimiento en el día a día y no sólo al realizar un determinado entrenamiento. Promover la actividad física y disminuir el comportamiento sedentario es especialmente importante para la población con FQ pero más aún en el caso de las niñas.

Los profesionales sanitarios, preparadores físicos, profesionales de la educación y los padres y madres, podemos ofrecer actividades físicas atractivas y agradables, supervisadas o no, y fomentar un estilo de vida activo dentro de la familia, que incorpore rutinas diarias no sedentarias, para mejorar la salud de los escolares con FQ, teniendo especial atención en el caso de las niñas por ser el colectivo con más riesgo de sedentarismo.

Esperamos que podáis disfrutar mucho de este verano, paseando, con la bici, saliendo a la montaña, recorriendo un playa… o como más os guste, pero en movimiento.

Gracias a la Doctora en Educación Física y Deportes Alejandra Valencia Peris, por su interés en la investigación en Fibrosis Quística, y por compartir con nosotros los resultados de esta interesante investigación.